TeleSur, 08-03-2009
Se le practicó un aborto quirúrgico de gemelos tras haber sido violada por su padrastro.
El Vaticano, a través de su cardenal y Presidente de la Comisión Pontificia para América Latina, Giovanni Battista Re, justificó la excomunión ordenada por un arzobispo brasileño a la madre y los médicos de una niña de nueve años, a quien se le practicó un aborto quirúrgico de gemelos tras haber sido violada por su padrastro.
"Siempre hay que proteger la vida, los ataques a la Iglesia brasileña son injustificados (…) La excomunión de los que provocaron el aborto es justa", porque la operación es "la supresión de una vida inocente", dijo el prefecto de la congregación, que se encarga de la elección de los obispos.
El pasado 5 de marzo, el arzobispo de Recife, al noreste de Brasil, José Cardoso, excomulgó a la madre de la niña y al equipo médico que recomendó y practicó el aborto de gemelos de cinco semanas de gestación para salvarle la vida, luego de haber sido abusada por su padrastro desde que tenía seis años de edad.
Y es que, hasta el propio presidente Luiz Inácio Lula da Silva criticó la decisión del obispo.
"Como cristiano y como católico lamento profundamente que un obispo de la Iglesia Católica tenga un comportamiento conservador como ese (…) La medicina hizo lo que tenía que ser hecho, salvar la vida de una niña de 9 años", y en este caso "la medicina está más correcta que la Iglesia", afirmó Lula.
Ante esto, Cardoso recomendó al gobernante consultar con un teólogo antes de poder opinar sobre el tema.
"El presidente debe buscar la asesoría de algún teólogo para hablar con más propiedad sobre el tema", apuntó Cardoso, al tiempo que manifestó que los excomulgados podrían ser perdonados si "muestran arrepentimiento".
"Ese embarazo representaba altos riesgos y ponía en peligro la vida de la niña", dijo por su parte el doctor Sergio Cabral, quien condujo el aborto.
El embarazo fue descubirto luego que la niña se quejara de fuertes dolores abdominales y fue llevada a un hospital de Recife (noroeste) hace unos cuantos días. Al practicársele los exámenes de rutina, los médicos descubrieron un embarazo de 5 semanas de gemelos y recomendaron practicar el aborto porque la vida de la niña corría peligro. La interrupción de la gestación se hizo el miércoles pasado.
En respuesta, Cardoso anunció la excomunión de la madre de la niña por permitir el aborto, y de los médicos por ejecutarlo.
El religioso intentó justificar la medida al alegar que a los ojos de la Iglesia Católica el aborto es un "crimen" y las normas de la Iglesia se sitúan "por encima" de la ley.
Sin embargo, al padrastro, quien violó recurrentemente a la infante, el obispo no lo excomulgó, pues aunque cometió un "delito hediondo (…) Más grave es el aborto, eliminar una vida inocente", afirmó.
El ministro de Salud, José Gomes Temporao, afirmó: "Me impactaron dos cosas: la agresión a la niña y la posición de ese obispo, que es realmente lamentable", criticó.
Uno de los médicos que practicó el aborto, Rivaldo Albuquerque, quien se declaró católico, le dijo a una planta televisora local que pese a la excomunión no dejará de ir a misa y que lo que se busca es una Iglesia de perdón.
"El pueblo quiere una Iglesia de perdón, amor y misericordia", dijo.
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