A sus 38 años de fundado, la dirigencia del partido La Causa Radical (LCR) apela a sus raíces: la clase trabajadora y la menos beneficiada en el reparto de los ingresos petroleros, donde hay "más gente engañada" con el discurso de Hugo Chávez. Allí creen está la clave para construir una nueva mayoría plural, que pese a las provocaciones del régimen no se saldrá de la ruta democrática en la reconquista de las reivindicaciones que este "Gobierno autoritario, antidemocrático, corrupto y militarista" desconoce por la fuerza.
Así lo señaló Andrés Velásquez durante el acto de instalación de la XXIII asamblea nacional, que se desarrollará todo el fin de semana en el Colegio de Ingenieros. Destacó que Chávez ha logrado fracturar a los sindicatos y hacerse con "algunos gobierneros fanáticos", pero pese al empeño personal que ha puesto el mandatario en esa tarea, "al único que no ha podido poner de rodillas es al movimiento sindical". Velásquez aseguró que la represión gubernamental se hará extensiva pronto a otros sectores distintos a los políticos.
Al acto asistieron representantes de los partidos de la alianza de oposición, especialmente de los más pequeños, así como sirvió para el reagrupamiento de militantes de LCR que se habían distanciado por diversas razones. El alcalde Antonio Ledezma (ABP), tuvo una intervención en la que exhortó a la "unidad programática, no sólo emocional" de la oposición y desmarcó a la alianza de "los agitadores de oficio", pues se trata de "liderar por caminos que no representen aventuras".
Alfredo Ramos, secretario general de LCR, aseveró que "esta es la hora del movimiento laboral" y saludó la iniciativa de constituir el movimiento Solidaridad Laboral. Fustigó ampliamente el trato dado por Chávez a los trabajadores, especialmente a los de las empresas básicas de Guayana quienes, dijo, tienen una expectativa de vida de 65 años, producto de las condiciones extremas en las que laboran. "¡Dónde están los privilegios!". Aseguró tener conocimiento de que el presidente Chávez amenazó vía telefónica a uno de los jefes del sindicato del Metro de Caracas con "meterles un pelotón del Ejército ustedes saben por dónde" si paraban el servicio del subterráneo. Puso de bulto que los militares y la organización laboral no se llevan: "¿Ustedes conocen a los civiles organizados que trabajan en la FANB? ¡No existen! ¡los militares no creen en los sindicatos!".
Democratizar la renta Los economistas José Guerra y Pedro Elías Hernández hicieron sendas presentaciones. Guerra ratificó que hoy Venezuela es más dependiente del petróleo que hace 70 años, cuando se exportaba carne, cacao y café. Insistió en que pese a la prédica oficial sobre estar "blindados" ante la crisis mundial, la realidad "nos agarra desnudos". Dijo que las medidas anunciadas por Chávez no tienen "nada de socialistas. Esto es impopular, antiobrero", al tiempo que ineficaces. Instó a LCR a denunciar que el aumento del salario en el contexto nacional será perjudicial y acusó al Gobierno de no haber anunciado ni una sola medida que estimule el empleo.
Hernández afirmó que lo que sucede en Venezuela "es la negación de la ciencia económica" y que durante 30 años se han estado haciendo las cosas mal.
Propuso la creación de una ley que democratice la renta petrolera y que cada ciudadano reciba un bono de capitalización popular que sea intercambiable por educación, salud o alimentación y de ese modo se evita que el Gobierno lo despilfarre.
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