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A los trabajadores del Metro de Caracas les toca esperar un rato más por la aprobación de su noveno contrato colectivo. La empresa, representada por su presidente Claudio Farías, y los trabajadores por el sindicato, no han vuelto a la mesa de negociación. Las ofertas quedaron hechas de parte y parte, y ahora sólo falta la respuesta del Ejecutivo.

Ayer en Consejo de Ministros el presidente Hugo Chávez dijo que éste "es el gobierno de los trabajadores". Los empleados del Metro de Caracas, esperanzados, creyeron que después de tal afirmación daría una respuesta definitiva sobre los beneficios que les concederían. Pero se quedaron esperando, pues el tema no estuvo entre las prioridades.

El secretario del Sindicato de Trabajadores del Metro de Caracas (Sirtameca), Pablo Cavalieri, dijo vía telefónica que se encuentran en la misma situación de junio de 2008, cuando comenzó la discusión de la contratación colectiva con la directiva anterior, encabezada por su ex presidente Gustavo González. "La delegación no se ha vuelto a reunir porque hace falta que el señor Farías tenga el dinero en la mano. No puede arriesgarse a tomar decisiones apresuradas, tal como hizo la directiva anterior".

Por su parte, el diputado y presidente de la Federación Venezolana de Trabajadores Ferroviarios, Francisco Torrealba, tiene la esperanza de que en las próximas horas el Ejecutivo pueda tomar una decisión. Cavalieri no cree en las estimaciones de tiempo del parlamentario: "La semana pasada dijo que en 72 horas el problema estaría resuelto. El domingo dijo que en dos días".


CAMINO ANDADO
En mayo de 2008, los trabajadores del Metro marcharon hasta la Asamblea Nacional: "Esto es una mamadera de gallo", aseguró Jorge Rivero, un trabajador de la empresa que esperaba el inicio de la discusión. Después de aquel incidente, permanecieron sigilosos durante un tiempo y delegaron la negociación en Sitrameca. Pero el 26 de febrero pasado, los trabajadores rompieron el silencio y volvieron a la calle, una vez que los acuerdos se rompieran con la explicación de que la empresa carecía de recursos para pagar las sumas establecidas en la convención. "¡El Metro, arrecho, reclama sus derechos!", fue la consigna que acompañó la marcha que emprendieron hasta el Ministerio del Trabajo.

El 2 de marzo trancaron la avenida Francisco de Miranda con las mismas exigencias. Pero hasta hoy, nadie los ha escuchado y la nueva directiva ahora se encuentra sujeta a las decisiones del Ejecutivo.

Con el mismo sueldo desde 2006, la situación económica para los trabajadores ferroviarios de Caracas se complicó. Pedro Coronado, presidente de Sitrameca, dijo el jueves pasado desde la Asamblea Nacional que incluso algunos trabajadores habían perdido sus viviendas por no poder costearlas, en vista de que no reciben un aumento salarial desde 2006. También aseguró que de no aprobarse la nueva propuesta de 30% de aumento más Bs.F. 200 lineales, tenían como una posible carta acudir a los tribunales para exigir al Estado el cumplimiento de sus responsabilidades con los empleados de la compañía.

Ese mismo jueves, Pedro Coronado estimó que en apenas horas tendría una respuesta satisfactoria para los trabajadores del Metro de Caracas. Ha transcurrido casi una semana y nada ha cambiado.