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Consternados, rendidos ya a la infausta noticia de la muerte de Mario Benedetti, los uruguayos desfilaron hoy ante el féretro del insigne poeta y escritor, fallecido la víspera en Montevideo a los 88 años. Los restos de Benedetti son velados y reciben honores patrios en el Salón de los Pasos Perdidos del Palacio Legislativo, entre deudos, amigos, colegas, personalidades de la vida política, social y cultural, así como embajadores de varios países.

A pie firme, en una mañana gris que amenazaba de lluvia, cientos de personas esperaron para pasar ante la capilla ardiente habilitada en el Parlamento. Personal de protocolo del legislativo organiza el paso del transido público, en tanto el salón sólo puede acoger de una vez a un número razonable de personas.

Considerado con justicia uno de los escritores más prolíficos y versátiles de Iberoamérica, el autor de "La Tregua" y "Gracias por el fuego" murió de insuficiencia renal tras más de un año de lucha contra quebrantos de salud que no le impidieron seguir escribiendo.

Declarado Día de Duelo Nacional, la luctuosa jornada es testigo de un pesar que desbordó los límites nacionales y caló en el dolor de millones de personas en todo el mundo que reconocen en Benedetti a una de las figuras señeras de la literatura hispanoamericana.

Con las banderas a media asta y el espíritu lleno de dolor, Uruguay se apresta a decir adiós mañana a uno de sus intelectuales más queridos y respetados. En el sepelio participaron el presidente Tabaré Vázquez y el vicepresidente Rodolfo Nin Novoa.

Si Mario no dejó instrucciones en contrario, el martes 19 sus restos serán depositados en el Panteón Nacional del Cementerio Central, dijo el director de Cultura de la Intendencia de Montevideo y amigo personal de Benedetti, Mauricio Rosencof. Se respetarán cabalmente las disposiciones que haya dejado para su velatorio y sepelio, agregó.

Autor más de 80 libros de poemas, novelas, relatos, ensayos y teatro, así como de guiones de cine y crónicas de humor, Benedetti mereció lauros tan preciados como el Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, el Méndez Pelayo o el Iberoamericano José Martí.

Figura central de las letras de su país y uno de los grandes de la literatura hispanoamericana, la última de sus obras que vio la luz fue el poemario "Testigo de uno mismo", en agosto del pasado año. Benedetti dejó inconcluso un nuevo libro de poesía de título de título provisional "Biografía para encontrarme".